lunes, 9 de diciembre de 2013

Cornwall park fue nuestro domingo

Echo de menos a mi madre. Esa es una verdad importante. La echo mucho de menos. Hoy me he levantado un poco triste. La falta de sol, o mejor dicho, la bipolaridad del cielo de este país, el miedo que me da la búsqueda de trabajo (que debería empezar hoy o mañana como tarde), la serie de catastróficas desdichas con su consecuente estrés y alguna cosa más me han pasado factura. Pero bueno, me ha durado un poquito. Luego me he dicho que estoy donde quiero con quien quiero para hacer lo que quiero, que tengo una casa genial, que aquí no hace frío y en Madrid sí, que mi gente es mi gente y seguirá siendo mi gente pase el tiempo que pase y que aquí las hamburguesas vegetales son más baratas que en España y se me ha pasado. No os preocupéis.
Tiene que venirme la regla y estoy desorientada. Nunca se me retrasa y si no me viene a lo largo del día de hoy, podré decir que llevo un día de retraso. Está claro que eso influye. Supongo que tanto cambio (estación del año, hemisferio, flora, fauna, compañía y tiempo atmosférico) no podían pasar inadvertidos para mi cuerpo, que todo lo somatiza. Me ha salido un grano bien divertido que me está amargando la existencia. No daré demasiados detalles sobre el mismo porque no quiero molestaros, pero os puedo decir que no me deja sentarme bien. Joder, qué asco doy.
Bueno, bueno, qué depresión de entrada, no fastidies…Ya paro, ya paro. Ahora empieza lo bueno:
Ayer estuvimos en un parque que se llama Cornwall park que es genial. Es inmenso, todo verde, con miles de ovejas y alguna que otra vaca y conejos saltarines. Pensamos que bien podía haber sido el escenario de la Comarca. El otro día leímos que algunas escenas de El Señor de los Anillos están rodadas en las afueras de Auckland. Creíamos que todo había sido rodado en la isla sur, pero no. Sin embargo, al llegar a casa buscamos y no fuimos capaces de encontrar qué se ha rodado por estos lares. Sí que vimos dónde se rodaron las escenas de la Comarca y leímos que es en la isla sur, pero que ese paraje verde es muy típico de New Zealand, so…bien podía haber sido en el parque donde estuvimos ayer. Prometo que voy a empezar a poner fotos, pero me da una pereza enorme seleccionarlas, subirlas y todas esas gestiones. Vimos a Norit un montón de veces y como yo estoy muy sensible, se me saltaron las lágrimas al ver a las apacibles y dulces vacas que van a ser convertidas en filetes. No sabéis la paz que me inspiran esos animales…Increíble.
Aunque mi animal favorito desde pequeña es el tigre y siempre he sentido especial predilección por los felinos, he de confesar que hace ya muchos años que los grandes herbívoros me caen muy bien. Me dan paz y me parece genial pensar que se alimentan de hojas y cosas verdes. Me parece fascinante ver un elefante y pensar que todos esos kilos se mueven comiendo cosas que da la tierra. Ala, ya me he puesto hippie. A lo que iba, que estoy hablando de mi viaje…El parque es una auténtica pasada. Me acordé mucho de Tango y Trufa y pensé un montón de veces en las croquetas que habría hecho mi Gorden.
En esta ciudad no hay casi perros. No sabemos por qué, pero vemos poquísimos. Sin embargo ayer en el parque vimos unos cuantos.
Aquí faltan cosas: faltan perros, viejos y motos. Os lo juro. Perros vemos poquísimos y viejos alguno más, pero motos no hay ni una. Aunque hace muy buen tiempo, llueve mucho. Yo quiero pensar que es por eso. Pero aún así se me hace raro.
También quiero contaros que me ha llamado mucho la atención que aquí construyen los parkings como edificios en alto. Me explico: en vez de ser subterráneos, se elevan tres, cuatro o hasta cinco pisos. Y todos los parkings son amplios, luminosos y acogedores. No son como los parkings españoles, lugares inhóspitos en los que parece que van a atracarte a punta de navaja en el momento menos esperado.
Miguel está fascinado por lo lista que es esta gente. Muchísimas aceras tienen “techos” cubriéndolas, de modo que puedes andar sin mojarte aunque esté diluviando. La verdad es que está bien pensado. Miguel quiere patentarlo para que nos forremos en Europa y a mí no me parece una mala idea. Lo mismo salimos de pobres.
Siguiendo con la lista de cosas que llaman mi atención, diré que aún no sabemos dónde se compra el tabaco ni conocemos el precio de éste (imaginaos…yo no quiero ni pensarlo), pero a lo que quería referirme es a que aquí fuma muy poca gente. Debe estar prohibido fumar dentro de bares y restaurantes, como en España, pero si bien allí podéis ver masas de gente fumando en las puertas de dichos sitios, aquí apenas se ven dos o tres personas de vez en cuando echándose el piti como grupo marginado. Curioso.
Doy por concluida la crónica. Sabréis pronto de mí. Si hoy nos han llegado las tarjetas del móvil, pondremos el número en el CV y empezaremos a buscar trabajo.
Me gustaría mucho poder escribir la próxima vez contando que tengo trabajo….
¡Ah! Ayer al fin pude usar mi tarjeta. Ya no me voy a morir de inanición.
Besos de buenas noches para vosotres, buenos días para nosotres.
Sigo echándoos de menos.

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