domingo, 29 de diciembre de 2013

Pequeños (y espero que divertidos) detalles


Ayer me poseí buscando trabajo. Es probable que escribiera a todas las empresas afincadas en Auckland y alrededores y es probable que, incluso, inventara alguna para poder mandarle mi currículum (nunca sé si poner la tilde a esta palabra porque es una palabra en latín y, en ese caso, no debería llevarla; pero como es una palabra esdrújula…Así empiezo el día, con las pilas cargadas).
Como decía, me poseí. Y las posesiones siempre tienen consecuencias. Si no, preguntadle a la niña del exorcista…En mi caso, el problema derivado de la posesión ha sido una mega contractura que me afecta al cuello entero. Estoy jodida. Me tiré más de dos horas sentada en el sillón con el ordenador en las piernas (estupenda postura, soy muy lista) mandando mi currículum como si estuviera poseída por el espíritu del trabajo. Unas personas se poseen por el espíritu de la Navidad y otras…otras hacemos lo que podemos.
El caso es que he sembrado tanto que espero recoger un campo enorme. Llegará el lunes, habré recibido tres emails y dos de ellos serán trabajos-basura, estafas o spam y me deprimiré. Pero ahora mismo estoy súper orgullosa de mí aunque me duela el cuello como si me hubiera tirado toda la noche haciendo el pino-puente (anda, mira, será cosa de las posesiones).
Mi especial interés, como ya sabéis, es encontrar un trabajo como profesora de español. Escribí a varias academias y a un colegio que busca una profesora de español, pero desde varios sitios me llegaron correos automáticos diciendo que están cerrados hasta no sé cuándo (suelen ser fechas a mediados de enero). Hace unos días, le dije a Miguel que qué en serio se tomaba esta gente la Navidad (todo el mundo unas pedazo vacaciones…) y luego me di cuenta, claro, de que además de Navidad, también es verano (¡un aplauso para mí!). De ahí las megavacaciones. Esta gente también tiene derecho a irse a la playa, digo yo. Ya si luego deciden no salir de sus coches…eso es cosa suya. Yo no soy quién para juzgar a nadie.

La última entrada fue un poco a lo loco. Sentía que tenía muchas cosas que contar y la redacté tipo telegrama-crónica. A veces me agobia un poco tener que contar muchas cosas porque, pretendiendo contarlas todas y no queriendo extenderme demasiado, parece que simplemente las enumero. Por eso he decidido volver a escribir hoy. Para poder escribir tranquilamente sobre tonterías y contar anécdotas estúpidas y detalles insignificantes. Vamos, lo que a mí me gusta, ya sabéis.
No sé qué os apetece leer, pero aquí va una retahíla de pormenores, pequeños datos y pinceladas de cómo es nuestra vida en New Zealand.
Me siguen sorprendiendo algunas cosas que son diferentes a España y que quizá a otra persona le pasarían desapercibidas o no le resultarían demasiado importantes: por ejemplo, aquí el cambio se redondea en todas partes. Si tienes que pagar 15.72 (recordad que ponen puntos, no comas), te cobrarán 15.70. Pero si, por el contrario, la cuenta son 15.78, pagarás 15.80. Práctico, ¿no?
Otra curiosidad es que aquí, cuando terminan las películas en la televisión, ponen todos los créditos. He dicho TODOS los créditos. No sé si alguna vez habéis visto todos los créditos de una película…Sí, duran mucho. Mucho. Pues eso.
Parece que esta gente tiene una pequeña obsesión con las “razas” (¿qué es eso? Mí no saber…La agrupación en razas humanas no está exenta de polémicas que cuestionan su uso; incluso lxs antropólogxs especialistas no se han puesto de acuerdo sobre la existencia misma de las razas humanas, pues muchxs sostienen que la especie humana no tiene razas). Pero sí, sí. Aquí hablan de razas. No se me ha ido la olla. Por ejemplo, cuando nos hicimos socixs de la biblioteca, entre los datos que teníamos que rellenar, uno era “race” (or something like that). Daba opciones como “maorí”, “asiático de no sé dónde”, “asiático de no sé qué otra parte”…
Una curiosidad bien relacionada con estos desplegables para rellenar cosas absurdas es la que le sucedió a Miguel hace unos días aplicando para un trabajo online (¡MIERDA! Ya digo “aplicar” traduciendo literalmente el “apply for a job”; la de veces que me he metido con la gente que lo hace…pero bueno, yo lo hago siendo consciente de que lo hago; puedo evitarlo si lo deseo). Como digo, estaba Miguel aplicando para un trabajo y en el desplegable de país de procedencia salía España, pero también salían el País Vasco y Cataluña. Eso justifica lo que nos pasó el segundo día aquí, cosa que entonces no supimos entender o a la que no supimos darle la importancia que tenía. Pidiéndole un adaptador para los enchufes al recepcionista del primer hostel, nos preguntó  que de dónde éramos, que si éramos de Cataluña. No sé muy bien cómo salió la cosa, pero vino a decirnos que lo preguntaba por los enchufes. No le entendíamos muy bien porque lo que decía era raro, claro, pero nos estaba diciendo que en Cataluña usan enchufes diferentes (lo medio afirmaba, medio preguntaba). Llegamos a creer que nos estaba vacilando. La cuestión es que ahora, después de haber visto lo que os cuento, entendemos que debe ser que aquí hay gente que no sabe si Cataluña y el País Vasco son países independientes y creen que son tan diferentes que hasta usan enchufes diferentes. Mira tú.

Bueno, no querríamos preocupar a nadie, pero la idea de que estamos de Erasmus (es cosa de  Miguel, no termina de entender que no tenemos ninguna beca -bien, ya, ya sé que ahora tampoco la tendríamos aunque estuviéramos de Erasmus de verdad-) empieza a írsenos de las manos. ¿Por qué? Porque creo que hemos bebido prácticamente todos los días desde que llegamos. Siempre digo que voy a subir fotos y luego nunca lo hago porque me da pereza, pero la colección de botellas de vino que adorna nuestra casa bien merecería una buena foto. Miguel se ha vuelto artista (a ver, no, ya sé que siempre lo ha sido, pero ahora le ha dado por el arte moderno) y está haciendo una escultura con rollos de papel higiénico acabados junto a las botellas de vino vacías. Quiere convencerme de que es hermoso ver cómo la luz que entra por la ventana atraviesa los vidrios de las botellas, pero por otro lado sabe perfectamente que es postureo. Sólo busca la aprobación de nuestro futuro grupo de amigas y amigos cuando, al entrar en casa, puedan apreciar lo bien que se nos da levantar el codo. Y sí, he dicho “futuro grupo”. Por más que Miguel se empeñe…no, no tenemos amigxs. Yo ya tengo amiguitas y amiguitos del trabajo, pero él no. Miguel, no tienes amigxs. Asúmelo. Sigues teniendo amigas y amigos en Madrid, pero aquí no. Skip no es un amigo.
Y hablando de amistad, os diré que al final tengo que trabajar en Nochevieja, pero luego podremos celebrar la entrada en el nuevo año con esas amiguitas y amiguitos a lxs que aludo. Le he dicho a Miguel que se venga a cenar conmigo al trabajo porque no quiero que se quede solo (a mí la Nochebuena me toca un pie, paso del Señor; pero la Nochevieja me hace gracia porque se cambia de año y a mí eso de las fechas me presta, como dirían en Asturias). Ya veremos cómo nos lo montamos.

Bueno, he de decir que Miguel, a pesar de no tener amigxs, ya domina el inglés. El otro día, por ejemplo, cuando vinieron a traernos el router, demostró su dominio de la lengua de Shakespeare. Llamaron a la puerta y como no esperábamos a nadie, nos extrañó. El caso es que Miguel dijo algo entre “Who are you?(¿Quién eres?) y “How are you?” (¿Cómo estás?). Yo soy de la teoría de que dijo “How are you?” queriendo decir “Who are you?”. Los nervios, el momentazo de que llamaban a la puerta…pero eso es lo de menos. Lo surrealista es que el tipo del router, entendiendo “How are you?”, vio muy normal que le preguntaran “¿cómo estás?” con la puerta cerrada y, ni corto ni perezoso, contestó “Fine, thank you, and you?” (Bien, gracias, ¿y tú?). Ridículo. No sé si os lo imagináis, pero yo estuve meándome diez minutos.
Esta anécdota me sirve para ir terminando esta entrada con un enorme GRACIAS dedicado a Miguel y a su amigo Pablo por su infinita paciencia. Después de la odisea que ha sido conseguir que nos trajeran el router (casi una semana escribiéndonos con el tío de la empresa, un pequeño inútil sobre el que no querría hablar), cuando al fin llegó, resulta que no funcionaba. Pues bien, mientras yo me iba de parranda con mis amiguitas y amiguitos (véase la entrada anterior -¿o es la anterior a la anterior?-), Miguel dedicó nosécuántashoras a solucionar el problema, ayudado vía WhatsApp por su amigo Pablo. Inestimable ayuda y gran paciencia la de ambos. No sabría explicaros cuál era, finalmente, el problema. Pero creo que os importa una mierda y yo no tengo ni idea. Como mi ayuda no habría servido de nada, pensé que era mejor emborracharme.
A ver, no. No. Que no sé qué vais a pensar…Yo me fui a la fiesta de mi trabajo y a eso de las 12 y pico volví a casa porque no tenía batería en el móvil y quería preguntarte a Miguel si le apetecía venirse un poco, me lo encontré con ese percal, me dijo que tenía que terminarlo, quedé en llamarle en media hora desde el móvil de una compañera para ver si se apuntaba después, cuando le llamé me dijo que seguía liado y que no me preocupara y yo no me preocupé. Fin. No soy una mala novia, ni una mala persona. Sólo soy una inútil tecnológicamente hablando.
Creo que he sabido justificarme bien.
Ahora voy a ver si empiezo el día dándome una ducha con agua bien caliente que me alivie un poco este tormento que tengo por cuello. Sé que el tiempo que he dedicado a esta entrada no ha sido lo mejor para mi nuevo cuello modelo collarín, pero tenía que escribiros…
(Este último párrafo es un añadido posterior: sólo quiero que sepáis que Blogspot me la ha jugado (no entraré en detalles) y he tenido que volver a copiar, letra por letra, casi toda la entrada. Creo que me voy directa a urgencias a que me corten el cuello).
Besos (boca abajo, como siempre, pero con mucho dolor de cuello).

1 comentario:

  1. Miriam!! Soy Rocío, del curso de monitores! Te sigo por el blog y la verdad es que me alegra mucho ver que estás bien y me fascina ver que haya gente con valor para irse tan lejos!!
    Por cierto, una apreciación que me ha dejado rayada bastante tiempo... curriculum no es una palabra esdrújula?? jeje :D me he puesto a pensar y digo.. tiene q ser!
    Bueno, que me alegro mucho de q estéis contentos, q además irse en pareja es mucho más reconfortante imagino, por casos q tengo de cerca, en momentos complicados te apoya el otro y viceversa, creo q es genial! Espero de corazón que os vaya muy muy bien y que la experiencia sea enriquecedora, que estoy segura de que lo será :)
    Un beso fuerte,

    Rocío

    ResponderEliminar